Años atrás, los términos salud, enfermedad mental y sus derivados, pertenecían casi exclusivamente al dominio de psicólogos, psiquiatras y, en una pequeña parte, a los profesionales de la Educación.
La lenta y creciente preocupación social por La mejora de la calidad de vida, en lo que esto tiene que ver con un adecuado funcionamiento psicológico y equilibrio personal, genera una demanda que impulsa la puesta en marcha de La profesión de psicoterapeuta y el desarrollo de nuevas profesiones que, genéricamente, se conocen con el nombre de “profesiones de ayuda”, implicadas todas ellas en el desarrollo de La salud mental (ya sea a nivel individual, familiar o comunitario); aunque sus campos de intervención sean aparentemente dispares, mantienen todas ellas un elemento fundamental común: el contacto directo con el ser humano y sus conflictos psicológicos.
Es por ello, que los cursos de formación para psicoterapeutas incluyen un amplio abanico de profesionales, siguiendo la idea, cada vez más ampliamente compartida, de que lo importante no es solo curar lo enfermo, sino producir salud. Por otra parte, el desarrollo de la investigación psicológica, con su interés por la máxima operatividad en los tratamientos, da lugar a la revisión y creación de múltiples y diversas técnicas y escuelas de psicoterapia, valiosas cada una de ellas y, a su vez, todas ellas parciales. Así, Los especialistas clínicos nos encontramos ante la necesidad de una continua formación y reciclaje en cuestiones teóricas y técnicas, sin perder por ello en ningún momento la visión global integradora del ser humano.
Lejos ya de “dogmatismos de Escuela”, el equipo de psicoterapeutas didactas del Instituto, avanzamos por la vía de lo transdisciplinar que, sin constituir una sopa indiferenciada de elementos, ni de dar Lugar a feudos inconexos, nos proporciona una excelente vía de comunicación interdisciplinar y una mayor libertad en la práctica y desarrollo de nuestro “oficio”. Aún procediendo de fuentes muy diversas en apariencia (Psicoanalistas, Bioenergetistas, Gestaltistas, Psicomotricistas), respetando y completándonos en nuestras diferencias, pretendemos transmitir de una forma integrada, a través de los cursos de formación que impartimos, lo que conocemos sobre la psicodinamia del desarrollo y funcionamiento humano intra e intersubjetivo, los diferentes modos del enfermar psíquico y psicosomático, posibles abordajes de prevención y tratamientos de cura.
Nuestra idea es que lo deseable no sea colaborar en la formación de buenos técnicos en psicoterapia, sino de buenos psicoterapeutas con una adecuada combinación de técnica y arte en nuestro quehacer profesional. El aprendizaje en este oficio, requiere de la experiencia en la práctica real: es por ello que, desde el inicio y durante todo el periodo formativo, la metodología será eminentemente experiencial, tanto a nivel individual como intersubjetivo, derivado de la dinámica del grupo de alumnos en formación.