El Esalen® Massage, masaje californiano, gestáltico o relajante integrativo viene directamente del instituto Esalen, situado en una región de California llamada Big Sur a la que la comunidad india chamánica apoda “La Ventana”, ya que creen firmemente que el lugar tiene importantes cargas energéticas que ayudan al ser humano en el proceso de “darse cuenta”. Efectivamente, he podido comprobar que es así.
El Instituto Esalen nació en los años 60 cuando Dick Price y Michael Murphy decidieron crear un lugar donde explorar la potencialidad del ser humano y crecer lejos de la asunción occidental de que mente y cuerpo son dos entes inconexos. Junto a otros profesionales como Aldous Huxley, Abraham Maslow, Fritz Perls, Moshe Feldenkrais o Ida Rolf, entre otros, formaron un equipo dedicado a investigar las capacidades del Ser Humano y en comprender la totalidad de su Ser.
Con respecto al cuerpo, poniendo el foco en el todo unitario, desde el masaje sueco, la psicología occidental, la filosofía oriental y las técnicas del “darse cuenta”, los contemporáneos llegaron a vivenciar el poder del contacto físico, al que llamaron healing touch o tacto curativo, literalmente.
Este healing touch se convirtió en un masaje relajante de cuerpo entero y, aproximadamente, 90 minutos de duración, que se caracteriza por aplicar un tacto no invasivo, lento, tierno, fluido e intuitivo que “escucha” lo que el cuerpo dice (tanto a nivel físico como emocional y energético) y lo recorre hasta formar una Gestalt, un círculo completo donde se contiene quién es el que recibe, permitiéndole así ser consciente de sí mismo en todas sus dimensiones y conectar con ese Ser total, genuino y perfecto que Es desde un lugar tranquilo y seguro.
Para que esta escucha se consiga y para favorecer la experiencia del cliente, el terapeuta aprende cómo enraizarse en sí mismo y en la tierra, a estar presente en el momento que se da y a ser consciente del cliente en su totalidad, acompañándole en su proceso.
El masaje relajante integrativo es una de las maneras de tomar consciencia del propio cuerpo, sentirlo en armonía y reconciliarnos con él. Al fin y al cabo, es él quién nos da la información sobre cómo estamos, qué nos sienta bien y qué no, pero solo si nos paramos a escucharlo.
Principios básicos del masaje
- Consciencia y presencia.
En la sesión de masaje se crea un clima de escucha y acompañamiento. El terapeuta debe ser consciente de que el cliente puede estar experimentando problemas físicos, mentales, emocionales o espirituales, y actúa adaptándose a estas necesidades más allá del trabajo físico.
En el masaje gestáltico se trabaja con el cliente y no sobre él o ella, escuchando cuidadosamente lo que el cuerpo tiene que decir y dejando que se manifieste aquello que quiere salir en la forma que espontáneamente venga; ganas de estirarse, movilizar articulaciones “dormidas”, llorar, suspirar sacando la voz…
Por todo esto, se agradece que el cliente comente libremente, con o sin vergüenza, cualquier cuestión que considere importante, ya sea el rechazo a una parte del cuerpo, si actualmente se está pasando por un momento difícil, etc. Si esto está presente y se obvia, se pierde una parte importante del masaje. Por supuesto, se mantiene la confidencialidad.
- Movimientos lentos y repetitivos.
La velocidad del masaje es importante, tanto como la respiración pausada, ya que al emitir presión sobre un órgano sin dejar que primero se acostumbre al tacto, el órgano en cuestión tiende a contraerse en función defensiva, sin saber si la presión es positiva o negativa; funcionaría como aproximarse rápidamente a un animal. Mediante los movimientos lentos, el músculo en este caso, puede tantear cómo se siente el tacto e ir aceptándolo poco a poco hasta integrar lo que le está pasando. Una vez esté caliente, se puede ir aplicando más presión y profundidad.
También, teniendo en cuenta la impronta corporal que tienen los problemas emocionales, si invadimos una contractura con dolor, por ejemplo, que conecte con un momento difícil de la vida del cliente, se re-traumatizará la experiencia. Si, por otro lado, nos aproximamos a ella con cuidado, se irá abriendo poco a poco y la experiencia se revivirá desde un lugar tranquilo que beneficie la curación aprendiendo que no hay peligro; las contracturas hay que respirarlas.
Por último, en aquellas personas con dificultades para establecer confianza, este tipo de movimientos, junto a la flowing stillness (quietud fluyente), ayudan a abandonarse al tacto del masajista y a entrar más fácilmente en una relajación profunda, ya que no se encuentran tocados de repente en algún punto de su cuerpo sin una aproximación anterior.
- Utilizar energía gravitatoria.
El terapeuta no utiliza fuerza muscular, es decir, no se utilizan los bíceps o la espalda en los pases del masaje. Utilizar fuerza gravitatoria significa que el terapeuta se apoyará en el cuerpo del cliente deslizándose suavemente sobre él, y proyectará su centro energético hacia el cliente transmitiendo así su propia energía y la que viene de estar enraizado en la tierra; actúa como si fuera un catalizador de energía entre la tierra, el cliente y sí mismo. Esta energía gravitatoria, unida al movimiento lento ayuda a que el cliente no dispare la respuesta de defensa en sus zonas doloridas, sea o no consciente de ellas.
- Flowing stillness o meditación en movimiento.
La flowing stillness o “quietud fluyente” es el concepto más importante de la técnica en este tipo de masaje; significa que el terapeuta se mueva como un practicante de Tai-Chi o Chi Kung sin perder contacto con el cuerpo del cliente ni abandonar los segmentos corporales antes de llegar a la siguiente articulación. Los movimientos por el cuerpo del cliente y el paso de una parte del cuerpo a otra se realizan con la gracia del fluir de un río, cuya agua no se separa de la tierra ni encuentra obstáculo en su camino.
Junto al movimiento lento y el deslizamiento por el cuerpo del cliente, la flowing stillness ayuda a que el cliente sea consciente de lo que está pasando en su cuerpo a nivel sensitivo y emocional y, a nivel externo (dimensiones del cuerpo, cuánto pesa, etc.) favorece la experiencia del todo unitario y beneficia la relajación profunda, así como el paso tranquilo del SNA simpático al parasimpático.
Beneficios del masaje
- Reduce la presión sanguínea.
- Incrementa la fluidez del Sistema Linfático.
- Aumenta la sensibilidad de las articulaciones y los músculos inútil y constantemente contraídos.
- Moviliza la energía contenida en un determinado segmento corporal.
- Aporta una sensación de relajación profunda semejante a la meditación o el sueño profundo.
- Aporta una sensación de interconexión entre los segmentos corporales (Gestalt corporal).
- Favorece la conexión con los motivos ulteriores de dolores somatizados.
- Favorece la toma de conciencia del Self o Sí Mismo.
- Ayuda a la experiencia para el contacto tierno.
- Propicia el fenómeno unwinding, que es el proceso por el cual los diferentes sistemas biológicos regresan a su funcionamiento normal después de un funcionamiento aberrante.
- Devuelve la flexibilidad del Sistema Nervioso Autónomo, es decir, la capacidad de poder pasar de un funcionamiento simpático a parasimpático, de alerta a relajación, capacidad mermada en personas con alto nivel de estrés o trauma, problemas de sueño, etc.
¿A quién va dirigido?
El masaje está especialmente recomendado para personas que estén siguiendo un proceso terapéutico, aunque está ideado para todo aquel que busque su bienestar y que desee o necesite contacto, calma y salir de la vorágine de sus pensamientos y del hacer cotidiano para parar un rato a descansar.
En definitiva, el masaje californiano se trata de una terapia psico-corporal que ayuda al Ser Humano a ser consciente de sí mismo, tanto en su entidad física como emocional y espiritual, y a integrar las diferentes partes de su Ser sesgadas por aprendizaje.
Terapeuta
Ana Albert Revenga
Cita previa: IPETG de Alicante – Tfno.: 965 22 81 52