… quiero compartir, con la misma ilusión que cuando comencé en este equipo en el año 2000, las nuevas incorporaciones que van a permitir seguir atendiendo y mejorar el lugar que se merece en nuestro equipo a esta parte de la población que también tienen sus sufrimientos. El equipo infanto – juvenil se ve ampliado y enriquecido con Beatriz Corral, psiquiatra infantil y adolescente e Irene Tormo, Psicóloga infantil. Seguimos contando con la profesionalidad de Rocío Molina, Amanda Sabogal y una servidora, Clara Álvarez, en la atención preadolescente y adolescencia.
Este diciembre hará 23 años que estoy en el IPETG y casi 20 encargándome en exclusiva de la asistencia a la infancia: estudios psicodiagnósticos, tratamientos psicoterapéuticos, trabajo con familias, escuelas de padres, asesoramiento… Tenía mucha motivación es esos comienzos por no dejar que lo disfuncional se cronificase en los niños; por pequeños que sean, pueden tener problemas psicológicos, adaptativos y/o emocionales que por estar en pleno desarrollo inter-relacional de lo físico, emocional y mental, poseen una plasticidad que hace a este momento evolutivo excelente para el abordaje de las dificultades que puedan surgirles. Cuando somos más mayores la estructura está ya armada y algunos problemas cuestan más de resolver; otros ya tienen mal pronóstico.
Para los que habéis leído el obituario del pasado 31 de agosto, aniversario del fallecimiento de uno de los fundadores de nuestro centro, y para los que nos conocéis, sabéis de nuestros inicios, de esos pilares que sostienen y sientan la base de nuestra filosofía y el quehacer de cada uno revestido de su propio estilo. También del empeño, como equipo interdisciplinar, en promover la salud psicoemocional; en el trabajo grupal como una forma importante, no la única, de abordar los conflictos que nos surgen en nuestra relación con el mundo. IPETG (Instituto de Psicoterapia Emocional y Técnicas de Grupo).
En estos más de 30 años han habido cambios internos y externos, de cada uno, y como grupo, que como la vida misma nos van haciendo crecer y evolucionar.
En cuanto a mi proceso profesional y personal, por mi necesidad de vinculación social, y a pesar de este gran interés y gusto por el trabajo con los niños y sus familias siempre lo compaginé con el trabajo con adolescentes, adultos y con la formación porque, en este equipo, este fue un trabajo muy solitario para mí; no en los inicios, pero sí durante mucho tiempo, he sido la única que ha trabajado con niños pequeños. Sí que hemos contado siempre con otros profesionales que atendían adolescentes y el equipo se ha enriquecido con la incorporación de excelentes profesionales en este campo.
Me ha ayudado mucho pertenecer y asistir a grupos de trabajo donde me he encontrado con otros profesionales que trabajan con niños (Grupo de trabajo del psicoterapia psicoanalítica de niños y adolescentes del COP, ASMI y ahora el colectivo INFANCIAS que organizan múltiples actividades y lugares de encuentro) y en los cuales hemos podido leer y comentar, compartir inquietudes y saberes, enriquecernos, desahogarnos y crecer como profesionales. !!El grupo, qué importante es!!
Por eso mi alegría y, querer compartir, con la misma ilusión que cuando comencé en este equipo en el año 2000, las nuevas incorporaciones que van a permitir seguir atendiendo y mejorar el lugar que se merece en nuestro equipo a esta parte de la población que también tienen sus sufrimientos. El equipo de infanto – juvenil se ve ampliado y enriquecido con Beatriz Corral, psiquiatra infantil y adolescente e Irene Tormo, psicóloga infantil. Seguimos contando con la profesionalidad de Rocío Molina, Amanda Sabogal y una servidora, Clara Álvarez, en la atención preadolescente y adolescencia.
Con Bea es muy fácil ese compartir que yo anhelaba en este campo y, lejos de querer medicalizar la infancia, es un aporte esencial que en algunos casos es necesario para poder facilitar los procesos. Un recurso con el que contar cuando sea necesario. Una psiquiatra, como sus compañeros en este centro, de una gran calidad humana y cercanía. Irene tiene ilusión, energía y amplios conocimientos para hacer un trabajo de calidad y que merece todos mis respetos y confianza en su bien hacer. Qué decir de Rocío y Amanda, compañeras ya de tiempo y grandes profesionales, entregadas y sin reparos a los casos más complicados y a la búsqueda del bienestar psicoemocional.
En cuanto a lo social, también han habido cambios importantes y esta forma grupal de abordaje cada vez es más complicada porque estamos en un momento vital de buscar soluciones rápidas, de querer que las cosas se solucionen a golpe de click, como si del móvil se tratase. Y aunque los sufrimientos son los mismos, la dinámica social es muy diferente. Tenemos más medios de comunicación y no por ello estamos menos solos. Estos cambios como individuos y sociedad hacen del trabajo psicoterapéutico infantil algo cada vez más complicado a la vez que más fácil por esa mayor mirada a estos procesos infantiles; también por el deseo y conciencia de la importancia del bienestar infantil y familiar.
Los profesionales que trabajamos con la infancia observamos una falta de límites que contengan la angustia de los niños, motor del desarrollo, y porque en esa búsqueda de tener lo que quiero, en algunos casos se pierde de vista lo que necesitan frente a lo que deseamos o queremos. Lo cómodo y fácil casi nunca es lo mejor en estos casos.
Habría mucho más que explicar y detallar de esto pero lo que quiero resaltar es que los problemas infantiles que acuden ahora a las consultas cada vez son más graves, cada vez hay más patología infantil, y no porque los miremos más, sino por la falta o falla de estructura psíquica. Para los casos menos graves mayoritariamente se buscan otras formas aparentemente más rápidas. Por eso es una gran alegría esta ampliación del equipo que os queremos compartir.
En Alicante, a septiembre 2023