“Todo fluye”, dijo Heráclito, Todo está en movimiento y nada dura eternamente. Por eso no podemos “descender dos veces al mismo río”, pues cuando desciendo al río por segunda vez, ni yo ni el río somos los mismos.
¿Qué sucede con el hombre actual?…
Vive en un estado de vitalidad mediocre. Aunque por lo general no sufre hondamente, sabe poco acerca de lo que es vivir en forma creativa. En lugar de’ ello, se ha convertido en un ser a menudo angustiado, se le ve vagar sin sentido, sin saber en realidad lo que quiere, funciona como, un ordenador que tiene un programa aprendido, por lo general, tiene cara de pocos amigos, aburrido, distraído o irritado.
Intenta matar el tiempo haciendo una cosa detrás de otra, para no pensar. Pasa largas horas tratando de recobrar el pasado, queriendo volver al paraíso perdido, o moldeando él futuro, articulando una fantasía detrás de otra para no vivir el presente. Sus actividades son tareas que hay que cumplir, “hay que divertirse”, “hay que estar con los hijos”, “hay que trabajar…”. A veces ni siquiera se da cuenta de sus acciones en el momento.
Muchas de sus dificultades se relacionan con su incapacidad de darse cuenta. En una criatura tan compleja como el hombre, las áreas de incapacidad de darnos cuenta son bastante amplias, no nos damos cuenta de nuestros procesos vegetativos, de las fuerzas que nos hacen respirar, comer, no nos damos cuenta de muchos de los procesos del crecimiento, pero al igual que nuestras áreas donde realmente somos incapaces de darnos cuenta son amplias, también existen otras donde somos capaces de darnos cuenta, éstas no sólo incluyen nuestras actividades sensoriales, motoras, sino también muchas de aquellas actividades desconocidas que denominamos mentales.
La terapia gestalt pone el énfasis en el darse cuenta. En establecer un continuum del darse cuenta. Este continuum del darse cuenta es requerido por el organismo para poder funcionar de acuerdo al sano principio gestáltico: siempre surgirá la situación inconclusa más importante y podrá entonces ser atendida, si no nos permitimos lograr la formación de esta gestalt, funcionamos mal y terminamos llevando a cuestas cientos de situaciones inconclusas.
Este continuum del darse cuenta aparece a primera vista como algo muy simple. A menos que estemos dormidos, siempre nos estamos dando cuenta de algo, sin embargo apenas este awareness se vuelve desagradable, la mayoría de las personas lo interrumpe.
Comienzan a intelectualizar, a huir hacia expectativas, buenas intenciones y a usar todo tipo de recursos que esté al alcance de su mano, saltando de experiencia en experiencia, sin vivenciar ninguna de ellas y dejando todo el material disponible, sin ser asimilado y sin uso.
La idea del darse cuenta es todo. Aparece la vivencia del Satori, del despertar… despertar a los sentidos. Estar más en contacto con uno mismo y con el mundo.