Hay un gran número de enfermedades con un componente psicoemocional importante como por ejemplo las cefaleas, el asma, el lupus, dolor de espalda, fibromialgia etc.
Cuando estas enfermedades son tratadas sólo con medicación no acaban de sanar porque se olvidan los aspectos emocionales y el estrés que inciden y modulan el curso de dicha enfermedad.
Por eso nuestro abordaje tiene en cuenta los dos aspectos psico-somáticos del enfermo. Empezando con una forma de diagnosticar que abarca tanto al síntoma como a la persona que sufre el síntoma, y a partir de esta forma de entender el enfermar se enfoca el tratamiento en su aspecto psicológico y farmacológico cuando sea necesario, para así, asegurar la resolución total de la enfermedad.