La Terapia Gestalt surge en el siglo pasado, durante la década de los años 40. Podemos situar su nacimiento con la publicación del libro “Yo, hambre y agresión”. En él, Fritz Perls, fundador de este enfoque terapéutico, propone los cimientos de la Terapia Gestalt desde el revisionismo del psicoanálisis.
El enfoque gestáltico, encuadrado dentro del movimiento de la psicología humanista, fue tomando cuerpo al tiempo que se desarrollaba la vida de su fundador. Como veremos a lo largo de este trabajo, fueron diversas las influencias que convergieron en Perls a lo largo de su ciclo vital y que dejaron su huella en esta orientación terapéutica. Nos interesa, especialmente, acercarnos a su biografía para estudiar el proceso evolutivo de Perls (desde su adolescencia hasta su vejez), focalizando nuestra atención, desde la perspectiva del Ciclo vital, en la singularidad e interconexión de los procesos físicos, cognitivos y psicosociales que constituyeron el desarrollo de su vida. Intentaremos detectar, así mismo, en qué medida el singular proceso vital de Perls se ajusta o no a los estándares normativos del momento histórico que vivió.
2. RESUMEN BIOGRÁFICO
- INFANCIA
Friedrich Salomón Perls nace en Berlín en 1893, en el seno de una familia judía. Tras un parto difícil, nace el tercero de los hijos (primer y único varón) de Nathan y Amalia. Su padre es comerciante de vinos y su trabajo le hace estar con frecuencia ausente de la vida familiar. Su madre procede de una familia de la pequeña burguesía judía alemana. Inculcará en su hijo la afición por el teatro y la ópera. A los tres años de nacer, la familia se traslada del guetto judío de las afueras de Berlín al centro de la ciudad. Tiene poco contacto con su padre y su madre ejerce una poderosa influencia sobre él. A los ocho años visita por primera vez una exposición de arte. No hay buena relación entre los padres y tampoco de su padre con él.
- ADOLESCENCIA
A los13 años es expulsado por mala conducta de la escuela “Mommen Gymnasium”, que sostiene la mentalidad educativa del contexto socio-político: ideología burguesa nacionalista teñida de desprecio a los judíos. Su padre lo coloca de aprendiz en una tienda y también es expulsado. Por la influencia de un amigo, retoma sus estudios matriculándose, a los 14 años, en una escuela liberal de orientación humanista (el Askanischer Gymnasium). Combina sus estudios con un trabajo en el Royal Theater en el que, al final de su adolescencia, conocerá a Max Reinhardt, que tendrá una gran influencia a lo largo de su vida. Es una época de cambio y efervescencia política, social y cultural. Inicia sus estudios de Medicina en la Universidad de Berlín.
- EDAD ADULTA
Cuando se inicia la guerra en 1914, tiene 21 años. Se libra del servicio militar por problemas cardíacos, pero se alista como voluntario de la Cruz Roja. La guerra es una experiencia traumática. En la adultez temprana muere su mejor amigo. Al Terminar la guerra, y con 27 años, obtiene el doctorado en Medicina por la Universidad de Berlín. Trabaja como neuropsiquiatra al tiempo que frecuenta círculos izquierdistas y la bohemia artística. Conoce al filósofo Friedlander, del que también recibirá una influencia decisiva. Con 28 años hace un primer viaje a Nueva York nada satisfactorio. Tras la primera adultez, con 32 años vive aún en la casa materna. Son tiempos difíciles. Inicia sus actividades profesionales y su primer análisis con Karen Horney. De los 34 a los 40 vive y trabaja entre Frankfurt, Berlín y Viena. Continúa su formación psicoanalítica. Conoce a Kurt Goldstein, Clara Happel y Helen Deutsch, Eugen Harnik, Otto Fenichel y Wilhelm Reich. Contrae matrimonio con Laura Perls y cuando tiene 38 años nace su hija Renate. Con la subida de Hitler al poder, y huyendo de los nazis, huyen a Holanda. En Ámsterdam dificultades y penumbras. Le aconsejan marcharse a Sudáfrica. En Johannesburgo los Perls fundan el Instituto Sudafricano de Psicoanálisis. Con 41 años se inicia un período de prosperidad profesional y económica. Nace su hijo Steve. Acude al Congreso de Psicoanálisis en Checoslovaquia y presenta un trabajo sobre las resistencias orales que será el precursor de su conflicto con Freud, su ruptura con los psicoanalistas y la publicación de su primer libro: “Yo, hambre y agresión”. A los 48 años, se alista como psiquiatra en el Ejército, durante la II Guerra Mundial. Se va produciendo el alejamiento de su mujer y sus hijos. A los 53 años deja su vida en Johannesburgo y marcha a los EEUU. Un año más tarde, llegan Laura y sus hijos. Conflicto con el Instituto de Psicoanálisis Americano, que no lo admite como miembro. A los 57 años se constituye el grupo de los 7: Fritz, Laura, Paul Goodman, Paul Weisz, Elliot Shapiro, Silvestre Eastman e Isadore Fromm. Más tarde se incorporan Ralph Hefferline y Jim Simkin. A los 59 años publica “Gestalt Therapy” junto a Goodman y Hefferline. Época de movimiento y de fundar diversos institutos gestálticos (Nueva York, Cleveland, Detroit).
- VEJEZ
A los 63 años se separa de Laura y se retira a Miami. Problemas de salud. Inicia una nueva relación de pareja con Marty Fromm y realiza viajes diversos para divulgar la Gestalt. Experiencias con LSD. A los 66 años nueva ruptura de pareja y marcha a California. En 1962, cuando tiene 69 años, realiza un viaje alrededor del mundo: Israel, Japón, etc. Experiencia fundamental con LSD que le marcará profundamente. Al regreso a EEUU se instala en Esalen a los 71 años. Al año siguiente realiza tratamiento como paciente de Ida Rolf, que le proporcionará una gran mejoría en sus problemas de salud. Época de reconocimiento y fama, al tiempo que conflictos con las diversas corrientes gestálticas. Deja Esalen en manos de sus discípulos Dick Price, Claudio Naranjo, Bob Hall y Jack Downing y, con la subida de Nixon a la presidencia americana, marcha a Canadá, donde funda el Instituto Gestáltico en el lago Cowichan. Salen a la luz sus libros “Sueños y Existencia” y su autobiografía “Dentro y fuera del tarro de la basura”. A finales de 1969, enfermo y con 76 años, realiza un viaje a Europa del que regresa en Febrero de 1970, con mucho deterioro en su salud.
Muere en el Weiss Memorial Hospital de Chicago, de un ataque cardíaco, en Marzo de 1970, meses antes de cumplir los 77 años.
3. PROCESOS FÍSICOS
- Cambios físicos e incidencias psicológicas.
Las referencias al proceso de desarrollo físico que encontramos en la autobiografía de Fritz Perls están relacionadas con el desarrollo de su sexualidad, la salud y el afrontamiento de enfermedades a lo largo de su ciclo vital así como las incidencias que estos aspectos tienen sobre la percepción de sí mismo y los retos vitales que se plantea.
Su adolescencia está marcada por los conflictos con su padre (Gaines, 1997, p. 20) y un temprano despertar en la sexualidad, donde las experiencias masturbatorias con un amigo y el acercamiento a las mujeres señalan uno de los aspectos que, desde el punto de vista de su propia percepción y autoestima, estarán presentes a lo largo de su vida.
Al inicio de su edad adulta es paciente de Wilhelm Reich, al que describe como vital y rebelde (Perls, 1975, p. 49) y del que recibe una aportación importante en lo que, más tarde, será su trabajo como psicoterapeuta: la importancia del cuerpo (p. 50). De su mujer, Laura Perls, sabemos que en ese momento atraviesa por dificultades de potencia eréctil (Gaines, 1997, p. 184). Las influencias del teatro y la integración de la expresión corporal (descubierto desde su adolescencia), tanto a nivel personal como profesional, se verán reforzadas por su encuentro con Max Reinhardt (Peñarrubia, 1998, p. 27; Peñarrubia, 1990, p. 13) y permanecerán a lo largo de su trayectoria vital, cristalizándose en la perspectiva holística y fenomenológica de la Gestalt como orientación terapéutica inserta en la corriente existencialista y del potencial humano (Gaines, 1997, p. 211).
Más tarde vendrá la guerra, las penurias económicas y el hambre (Perls, 1975, p. 78). El descubrimiento de la paternidad y, por tanto, la confirmación de su capacidad reproductora son importantes también en la relación percepción corporal y autoconcepto (Gaines, 1997, p. 38).
Señalar, igualmente, que donde más encontramos la relación entre la situación física y su correspondencia psicológica es en la adultez madura y la vejez. En esta época no deja de moverse, es descrito y se describe como un gitano que no deja de vagar (Gaines, 1997, p. 85). Los problemas físicos y las enfermedades han ido apareciendo a lo largo de su vida. En el caso de Perls no están asociadas al envejecimiento. Su afrontamiento del estado físico, aun en su edad avanzada, es continuando con los viajes, proyectando nuevas experiencias y retos. A pesar de sus dolencias o situación física (observamos el cambio de su aspecto y constitución corporal en numerosas fotografías de distintos momentos de su vida), es el momento en que le llega las ganas de rejuvenecer, renacer, de viajar, de fundar Esalen (Gaines, 1997, p. 121) y, más tarde, organizar el kibbutz gestáltico (p. 92). “Mike, Dick y el Esalen que ellos crearon, fueron “movidas” claves en la metamorfosis de Fritz, de viejo cocodrilo que espera la muerte, a vigoroso festivo y brillante terapeuta” (p. 121).
- Estereotipos de género
En relación al desarrollo de su identidad de género, podemos descubrir a un Perls más normativo en el sentido de ser, en muchos aspectos, hijo de su época (influencia del macrosistema social y microsistema familiar, siguiendo a Bronfenbrenner). A pesar de haberse criado en estrecha relación con su madre y hermanas, muestra mayor identificación con su padre en cuanto al desorden y desaliño personal (Perls, 1975, p. 215).
Recordamos lo que Martínez Benlloch y Bonilla, consideran como desarrollo de la identidad de género: “el resultado de un proceso evolutivo por el que se interiorizan las expectativas y normas sociales relativas al dimorfismo sexual, y hace referencia al sentido psicológico del individuo de ser varón o mujer con los comportamientos sociales y psicológicos que la sociedad designa como masculinos o femeninos.” (Moreno, 2002). De igual modo, entre las tipologías de Ortega, Perls quedaría situado en el estereotipo tradicional masculino. El contexto familiar y social en el que Perls es educado promueven esta identificación, al menos en lo que a roles y tareas de cuidado personal y doméstico se refieren. Y así será a lo largo de toda su vida.
Anne Simkin comenta sobre su aspecto físico: “era muy desaliñado y le gustaba que se preocuparan de él. Ambas cosas van juntas. Creo que necesitaba que lo cuidaran. Tenía gran habilidad para lograr que otra gente hiciera el trabajo que a él no le gustaba hacer. Estaba rodeado de ayudantes. Y le gustaba ser visto. El tenía que ser la atracción principal. (Gaines, 1997, p. 78). Su hija Renate, hablando acerca del ejercicio de su paternidad, comenta: “Era una costumbre europea el que los hombres nunca tomaran en brazos a los bebés, y esta fue también la actitud de Fritz (era tarea de mujeres) (p. 36).
- Sexualidad
Como apuntábamos antes, y siguiendo los modelos masculinos de su padre y tío (Perls, 1975, p. 178) Perls es precoz y promiscuo en el descubrimiento de su sexualidad adolescente. Con su amigo Ferdinand Knopf se inicia en experiencias homosexuales (p. 180) y heterosexuales (p. 217). De manera que este despertar sexual adolescente (primeras masturbaciones y relaciones sexuales) le provee del aprendizaje de las nuevas posibilidades que le ofrece el cuerpo (Mejía Ramírez, 2006).
Descubrimos a lo largo del relato de su biografía y de los testimonios de quienes le conocieron que Perls fue desarrollando una manera de vivir la sexualidad, más allá de lo biológico, como una dimensión humana integradora del ser corporal, psicológico y social. Como una forma de vivirse en relación a los otros, de experimentar la ternura, la comunicación, los afectos o el place a lo largo de su ciclo vital, y no solo relacionada con la reproducción (Coleman, 2004).
Aunque permaneció casado con Laura, su sexualidad la experimentó con múltiples mujeres (y hombres). Laura nos deja un testimonio interesante acerca de la vivencia de la sexualidad de Perls, sobre episodios de impotencia, relacionados con cuestiones psicológicas más que con dificultades orgánicas (Gaines, 1997, p. 184).
De nuevo descubrimos que, lo que fue una dimensión progresivamente integrada a lo largo de su ciclo vital, es en la adultez madura y en la vejez donde percibimos una vivencia coherente de su sexualidad respecto de su itinerario evolutivo. Lo ilustra el testimonio de Dense Frey (Gaines, 1997, p. 172).
Podemos considerar, de igual modo, que lo normativo de la sociedad del siglo XX respecto de la sexualidad está vehiculizado en una actitud de Perls más contracultural (normatividad de los movimientos alternativos de su época). En este sentido, también encontramos testimonios de su personal integración cognitiva y emocional (Gaines, 1997, p. 183).
- Enfermedades
Enumeraremos, a continuación, un relato de enfermedades y problemas relacionados con la salud que, de nuevo, no podemos ubicar sólo en una etapa del ciclo vital de Perls y que, al mismo tiempo, guardan coherencia evolutiva en el transcurso de su vida:
- A los 20 años, es eximido del servicio militar al descubrírsele una malformación cardíaca (Peñarrubia, 1998, p. 27).
- Inicio en el hábito de fumar y envenenarse a sí mismo (Perls, 1975, p. 13) en las trincheras (p. 147). En esta primera juventud, también amigdalitis (p. 203).
- Sobre los 30 años, en Sudáfrica, viviendo en prosperidad profesional y económica, con su recién estrenada paternidad, pequeños accidentes deportivos con inflamación de su pie derecho, conmoción cerebral. Diagnósticos erróneos (p. 34 y 83).
- A los 43 años, grave problema de corazón. Se plantea suicidarse antes que dejar de fumar (p. 147).
- Angina de Pecho en Miami, a los 63 años.
- Iniciación con el LSD en el Hospital de Mendocino y consecuencias de irritabilidad y paranoias (p. 124).
- Problemas de vista (inflamación y miopía) en la vejez. (Gaines, 1997, p. 57 y ss.).
- Operaciones de Hemorroides y próstata en su avanzada edad adulta (Perls, 1975, p. 204 y ss.).
- Muerte por ataque cardíaco (con cáncer de páncreas) en 1970, meses antes de cumplir los 77 años.
Por los diversos relatos, podemos concluir que la afectación que permanece a lo largo de su vida es la de su corazón (descubierta ya en su adolescencia). El resto parece que podemos relacionarlo con lo característico de cada etapa vital. Por otra parte, lo que parece interesante destacar respecto a las enfermedades es la incidencia psicológica que descubrimos tanto en sus propias confesiones como en los testimonios de quienes le conocieron. El mismo comenta: “siempre tuve vergüenza de enfermarme. Era como un estigma. Incluso en la trinchera prefería esconder una amigdalitis con fiebre que admitir una “debilidad” (Perls, 1975, p. 203; Gaines, 1997, p. 83)
- Cuidados de la salud
Observamos en la autobiografía de Perls una transición progresiva (desde su adolescencia hasta la vejez) en lo que se refiere a la consideración y el afrontamiento del cuidado del propio cuerpo y de la salud. Al principio, como médico, vivió la guerra ocupándose de la salud de otros. Más tarde, y como parte de su propia formación como analista, realizó una parte de su terapia personal con W. Reich y su análisis del carácter (Perls, 1975, p. 49). En la medida que va cobrando forma su orientación terapéutica, va concediendo una importancia especial a la integración del trabajo corporal en psicoterapia.
De cualquier modo, sus dolencias (sobre todo cardíacas), las dificultades para encontrar su lugar como psicoterapeuta, el manejo de su propia neurosis en el ámbito personal, familiar y profesional, así como la creación de varios institutos para la consolidación y difusión de la terapia gestalt, le van ocasionando una vivencia de estrés importante. En este sentido, podemos establecer una relación entre Perls y los tipos de personalidad de Friedman y Rosenman (Moreno, 2002), en concreto el tipo A, por los rasgos de competitividad, carácter agresivo, impaciencia, etc. que descubrimos en su biografía. Una de las mujeres importantes en su vida, Marty Fromm, relata: “Fritz había llegado a Miami unos años antes de que yo lo conociera. Le habían diagnosticado problemas cardíacos y había venido a Miami a morirse. Eso era lo que él decía. Le gustaba el sol y el agua. Vivía muy, muy tranquilamente. Por primera vez no había mujeres en su vida….llevaba una existencia muy aislada” (Gaines, 1997, p. 52). Otros testimonios ofrecen una visión más acorde con la búsqueda de estrategias saludables (p. 54).
Será al final de su vida adulta y el principio de la etapa de vejez, coincidiendo con el establecimiento en Esalen, cuando descubrimos una actitud de mayor autocuidado de Perls hacia su propia salud. En Marilyn Rosanes-Berrett encontró un gran apoyo para sus problemas de visión, cuando tenía 62 años (Gaines, 1997, p. 57 y ss.). Más tarde, a los 72 años, ocurre un encuentro muy significativo para él: conoce a Ida Rolf y se somete a tratamiento con ella, del que sale rejuvenecido (Perls, 1975, p. 147; Gaines, 1997, p. 193).
4. PROCESOS COGNITIVOS
- La inteligencia.
Descubrimos en su autobiografía referencias a los cambios típicos de la infancia a la adolescencia, en cuanto a la perspectiva piagetiana de la evolución cognitiva (Aguirre, 1994, p. 144). Si fue un niño aplicado, buen estudiante (adaptado al contexto educativo anti semitista), la entrada en la adolescencia supuso el inicio de los conflictos, no solo con su padre, sino también con la educación establecida (Perls, 1975, p. 217) y la elaboración de nuevas estrategias cognitivas y comportamentales ante las situaciones académicas. Encontramos alusiones al desarrollo del pensamiento formal de Piaget (ejemplificado en las matemáticas) en el recuerdo de su paso por el colegio (p. 117). El conflicto con su profesor de matemáticas consiste en que resuelve el problema propuesto de otra manera diferente a como había explicado el profesor (Coleman, 2004, pág. 45). En una adolescencia inserta en el contexto socio-cultural y político de principios del siglo XX, esto quedaba expresado también en los conflictos generacionales y el desarrollo de un comportamiento rebelde como expresión de afirmación y de búsqueda de la propia identidad (Gaines, 1997, p. 20).
Considerando como una novedad central en el pensamiento del adolescente la capacidad de reflexionar más allá del presente, es decir, adoptar como objeto del razonamiento situaciones que pueden no haberse encarnado todavía en la realidad, la afición de Perls por el teatro y los cambios de colegio, hasta encontrar uno (junto con su amigo Ferdinand Knopf) de orientación más humanista (Gaines, 1997, p. 20), nos remiten al desarrollo de unos nuevos ideales y valores contrarios a los del régimen conservador imperante. El contexto cultural y socio-político ayudaba a ello (Chevreux, 1990, p. 8).
Es así que Perls va realizando su incursión en el mundo de los adultos (Inhelder y Piaget, 1955, pág. 282), desde la rebeldía ante lo establecido y la inclusión en microsistemas alternativos, izquierdistas y de orientación humanista.
En cuanto a los postulados de Strassen-Berger y Thompson (Moreno, 2002) sobre la diferenciación de inteligencia fluida y cristalizada, en su edad adulta y vejez, no encontramos que haya mucha diferencia en estas etapas. Como ejemplo de la capacidad de adaptación a los diversos lugares donde transcurre su vida y de la conjunción de la clasificación de Strassen-Berger y Thompson, podemos citar la necesidad que se encontró de aprender inglés cuando hubo de marchar a Sudáfrica (Perls, 1975, p. 43).
Por otro lado, la permanencia de sus capacidades relativas a la inteligencia, así como el desarrollo del nivel metacognitivo, las observamos en la publicación de sus libros al final de su madurez y la entrada en la vejez.
- La memoria
Es este un aspecto significativo en relación a los procesos cognitivos en el ciclo vital. De la memoria episódica, no hay duda que el relato de su autobiografía da muestras del buen estado en que se encuentra, cuando cuenta 79 años. El mismo Perls hace alusión al manejo de los sistemas de memoria de Tulving (Perls, 1975, p. 127). Refiere sus experiencias con LSD y silocybina (p. 156), a partir de las cuales ha tenido acceso a experiencias relacionadas con la memoria a largo plazo, episódicas. Estas experiencias le han facilitado el acceso a su memoria explícita. El hecho mismo de redactar su propia biografía podemos considerarlo una estrategia eficaz de acceso a la memoria explícita. La confirmación de que ha declinado en la vejez la tenemos de él mismo “Ahora estoy mirando hacia un pasado lejano. Gran parte de él está sumergido en la niebla” (p. 156). A pesar de ello, su memoria semántica parece permanecer en buen estado y su memoria implícita tampoco muestra señales de deterioro.
- La moral y el conocimiento social
Respecto del desarrollo moral observamos en los episodios de su adolescencia referidos a los cambios de colegio (Perls, 1975, p. 217) la fase de la moral convencional de Kohlberg, donde la elaboración del juicio sobre “lo bueno y lo malo” guarda una estrecha dependencia respecto de los contextos referenciales donde se encuentra inmerso como adolescente (familia, amigos, instituciones, etc.). El malestar por el antisemitismo de su primer colegio y la búsqueda de un entorno más estimulante (Chevreux, 1990, p. 9), nos muestra a un adolescente Perls “anti convencional” respecto de lo establecido y “convencional” ante las nuevas corrientes que definen su contexto socio-político efervescente. Este es el contexto donde Perls atraviesa su adolescencia, donde la rebeldía ante lo establecido, el cuestionamiento de los valores y sistemas imperantes le sumerge en la búsqueda de nuevos modelos de referencia a los que asirse.
En el ámbito de la sexualidad, de nuevo se vislumbra este nivel de moral convencional (búsqueda de referencias), que encuentra en los entornos alternativos en que se desenvuelve. De igual forma, sigue la pauta de la moral convencional respecto a sus orígenes judíos. También su familia vive una situación de “desapego” de sus orígenes religiosos (p. 58). En estos aspectos y en su incursión en el mundo del teatro, observamos, de igual modo, la relación de la moralidad con el desarrollo del conocimiento social.
La evolución que Perls vive en su desarrollo moral se ajusta, en su entrada en la edad adulta y la vejez, al proceso que sugiere Kohlberg con el paso al estadio de la moral pos convencional, donde los valores son definidos por los principios elegidos por la propia persona (p. 213).
- La relativización, integración y pensamiento dialéctico. Los estadios responsables y ejecutivo.
Respecto de estos rasgos característicos de la evolución cognitiva en el adulto, encontramos numerosos datos relatados en su autobiografía. Uno de ellos, en que percibimos la relativización y el desarrollo del pensamiento dialéctico, es el proceso de conflicto con Freud y los psicoanalistas (Perls, 1975, p. 57). Siendo este uno de los asuntos inconclusos para él, es capaz de reconocer lo que le ha aportado (p. 45).
También, todo lo relativo a la historia de sus relaciones afectivas podemos asociarlo a lo que Sinnott (Robert V Kail, R. V., Cavanaugh, J. C., 2006. p. 395) comenta sobre que todo lo que ocurre depende del contexto en que ocurre.
De igual modo en torno al debate surgido sobre la profesionalidad o no profesionalidad respecto a la formación y credenciales de los terapeutas gestálticos, descubrimos en él su propia síntesis y el desarrollo de la inteligencia pragmática, según testimonios de sus allegados (Gaines, 1975, p. 111 y ss.).
- La sabiduría como integración.
Encontramos en la propia evolución de Perls (personal y profesional) y en el desarrollo de las bases que fundamentan la Terapia Gestalt un ejemplo claro de la síntesis de integración de las experiencias y formación vividas.
Lo encontramos en su propuesta del “darse cuenta” y el desarrollo de la atención permanente (Perls, 1975, p. 66), la estrategia de las polaridades a partir del concepto de indiferencia creativa de Friedlander (p. 67), la integración de lo corporal y emocional (Robert V Kail, R. V., Cavanaugh, J. C., 2006, p. 398) como elemento imprescindible en el desarrollo (Perls, 1975, p. 50). “Ahora: nada puede existir excepto el momento presente, y aquellos que programan esto, lo niegan. El ahora es el punto cero; es la nada… Fritz propuso estar en el momento presente como una forma de vida. En su simplicidad se encuentra la esencia de la sabiduría antigua y contemporánea: estar aquí ahora, ser verdadero con uno mismo, el no tiempo del budismo, el punto cero, el vacío fértil, estar libre de las experiencias traumáticas que nos inhiben…” (Gaines, 1975, p. 250).
5. PROCESOS PSICOSOCIALES
- La autoestima y la identidad
Si entendemos que la autoestima y el autoconcepto hacen referencia a cómo nos percibimos y cómo nos evaluamos, no cabe duda que para Perls ésta fue una búsqueda permanente a lo largo de su vida. La época histórica que le tocó vivir (crisis social y política), el contexto familiar con crisis de valores (Perls, 1975, p. 58) y las referencias paternas con dificultades para equilibrar el apoyo afectivo y control (p. 159) tuvieron una influencia decisiva para situarlo en uno de los rasgos de la identidad difuminada de Erikson: identidad instalada en la rebeldía (Moreno, 2002, p. 66).
La permanencia de la figura materna está clara durante su adolescencia. Desde niño le inculca el amor por el arte y es en este entorno del teatro (que le ocasiona graves conflictos con su padre) (Gaines, 1997, p. 20) y en el instituto humanista, donde empieza a encontrar modelos de referencia y a proyectar su yo idealizado (Coleman, 2004, p.59).
Si las influencias humanistas serán determinantes para su proceso continuo de construcción de su identidad, la importancia de los amigos no lo será menos a lo largo de toda su vida (Perls, 1975, p. 217 y 205).
Encontramos un sugerente comentario en la vejez sobre su propio autoconcepto (p. 84 y 93) y sobre la identidad de ser como proceso dinámico permanente (p. 102 y 103).
- El trabajo
Al igual que con la autoestima, Perls desarrolla su carrera profesional en permanente construcción y cambio. Su primera época como psicoanalista en Alemania (Perls, 1975, p. 112). El traslado a Sudáfrica, con la consecuente etapa de prosperidad (p. 44; Gaines, 1997, p. 31). La ruptura con Freud y los psicoanalistas (Perls, 1975, p. 56 y ss.). Se instala en EEUU (Gaines, 1975, p. 43). Diversos viajes.
Las crisis en el área laboral, como psicoterapeuta creador de la Gestalt, parecen ser un elemento permanente que atravesarán no solo su madurez, sino también su vejez. Descubrimos su espíritu inquietante y el planteamiento de retos permanentes (Gaines, 1997, p. 38), conflictos con el “establishment” psiquiátrico (p. 44), la fundación de los diversos institutos de Gestalt en América hasta llegar a Esalen y más tarde a Canadá (p. 271). Al contrario de lo que suele ser normativo en el ciclo vital de muchas personas, el acercamiento y entrada en la vejez supuso para Perls una nueva etapa de crisis y replanteamiento laboral (p. 92).
- La generatividad
Respecto a este punto, creo que donde podemos observar este aspecto definido por Erikson (Moreno, 2002, p. 14) es en el Perls creador de la Terapia Gestalt como fruto del trabajo continuo consigo mismo y con aquellos junto a los cuales fue dando a luz este nuevo enfoque terapéutico.
Su propio itinerario personal (Perls, 1997, p. 9), la fundación de los diversos institutos gestálticos, la publicación de libros, la iniciación y el desarrollo de la nueva corriente terapéutica, enmarcada en el enfoque fenomenológico y del potencial humano, constituyen la muestra más evidente de la generatividad de Perls presente en todas sus etapas evolutivas.
Por otro lado, consideramos también la influencia de su figura en aquellos que le conocieron directamente y los que aún hoy seguimos influenciados por sus intuiciones, en el plano personal y como psicoterapeutas. De ello encontramos múltiples referencias testimoniales en el libro de J. Gaines.
- Las relaciones familiares
Oveja negra para su familia, durante la adolescencia, su mujer Laura Perls comenta que, al igual que su padre, Perls no fue un hombre de familia. (Gaines, 1997, p. 25). A partir de su autobiografía y de diversos testimonios, descubrimos en esta área otro aspecto que resulta poco normativo en la vida de Perls. Dice Laura Perls “su ideal era ser independiente y autosuficiente. Pero su actitud, reflejada en la oración gestáltica, era la de un adolescente: “yo hago lo mío” o “yo soy mi propia persona”, ya que el adolescente llega a casa, tira su ropa sucia, se pone ropa limpia y se va, dando por hecho que mamá se ocupa de todo. Pretender que uno tiene responsabilidad absoluta sobre su vida es una arrogancia: la vida de una persona siempre es interdependiente con la vida de otras personas, y el hecho de ignorar esto significa ignorar el contacto. Creo que Fritz ignoraba esto en gran medida.” (p. 27).
Perls nos cuenta de sus relaciones con sus hermanas (Perls, 1975, p.159), de su matrimonio con Laura (p. 48) e hijos (p. 226 y ss.), y como abuelo (p.236). De igual modo, sus escritos y los diversos testimonios nos hablan de las múltiples relaciones afectivas que mantuvo a lo largo de su vida.
Así mismo, contamos con los testimonios de sus hijos que ahondan en la dificultad de Perls para mantener su compromiso como padre: Stephen Perls (Gaines, 1997, p. 78-79-220) y Renate (p. 79 y 80).
Por lo que sabemos, es cuando se adentra en su etapa de madurez (49 años) que se produce el alejamiento familiar y él es el protagonista de generar, en cierta medida, el “nido vacío” de su núcleo familiar, aunque hasta el momento de su muerte, permanecerá en contacto con su mujer.
- Ocio y relaciones sociales
En su vejez hace su propia valoración de las relaciones sociales: “yo no tengo extremos en mi modo de relacionarme. No soy asesino y tampoco me entrego a la situación del matrimonio único. Tengo relaciones flotantes que van desde los besos demasiado frecuentes hasta lealtades de larga duración” (Perls, 1975, p. 90).
Desde la adolescencia, es importante para él, tanto la experiencia de amistad, como la búsqueda de reconocimiento profesional. Aunque tuvo su manera particular de establecer esas relaciones sociales (Gaines, 1997, p. 38). Los comentarios acerca de cómo se situaba en las relaciones sociales son diversos y, en ocasiones, muy contradictorios: desde la alabanza y admiración, hasta la repulsa (p. 50).
Por otra parte, en cuanto a sus aficiones y entretenimientos, podemos destacar el teatro y la pintura como las más significativas que permanecen a lo largo de su vida.
6. PÉRDIDAS Y LUTOS
En varios momentos de su autobiografía, Perls reconoce varios asuntos inconclusos (Perls, 1974, p. 54). El principal de ellos “el no haber tenido un encuentro hombre a hombre con Freud” (p. 56). Como en otros casos, podemos entender el relato de su autobiografía a los 76 años como el ejercicio de su particular “silla vacía” como instrumento de elaboración y (como a él le gustaba decir) asimilación en relación a algunas pérdidas significativas en su vida.
Contrario a las tesis de Bowlby, Perls apuesta más por el desarrollo del propio autoapoyo que por la necesidad de la protección y seguridad que dan los otros (en alguna medida esto expresará también un movimiento compensatorio de su propia neurosis). Lo vemos con claridad en la llamada “oración de la gestalt”, criticada por su esposa Laura (Gaines, 1997, p. 27) como expresión de una actitud adolescente ante la vida y las relaciones humanas.
En cualquier caso, es obvio que hay episodios de duelos vividos y elaborados que quedan expuestos en algunas páginas de su autobiografía. El tono con que escribe sobre su amigo Paul Weiss muestra las diversas etapas de elaboración del duelo: sentimiento ante la pérdida, adaptación a la vida sin el fallecido, recolocación de la persona querida desde el agradecido recuerdo. (Perls, 1975, p. 100). Algo similar nos transmite la carta a Marty (según él, la mujer más importante de su vida), un relato emotivo desde la honestidad y el reconocimiento (p. 170 – 172).
Su discípulo Claudio Naranjo nos relata otro episodio de ruptura menos integrada y que nos muestra al Perls más vengativo (Gaines, 1997, p. 187). Y sus palabras sobre la muerte de su hermana Else (Perls, 1975, p. 159). Leo Zeff también alude al momento de elaboración del duelo de la separación de Marty Fromm (Gaines, 1997, p. 187 y ss.).
7. CONCLUSION
Al acercarnos a Perls desde la narración que él mismo hace de su vida y los testimonios de quienes le conocieron, nos percatamos de que el conflicto se convierte en permanente motor de desarrollo y maduración, transitando su ciclo vital. Queda expresado en el diálogo entre su “perro de arriba” y “perro de abajo” que hace de hilo conductor en su autobiografía “Dentro y fuera del tarro de la basura”.
Los tres procesos que hemos analizado (físicos, cognitivos y psicosociales), además de las vivencias de pérdidas, dan cuenta del desarrollo como un proceso dinámico, presente y multidireccional en las diferentes etapas cronológicas. Hemos podido detectar la resonancia de cada ámbito en los demás, así como la incidencia de las influencias internas (su propia personalidad) y externas (contexto psiquiátrico y socio-cultural del siglo XX) en su trayectoria vital, en el proceso de construcción de su propia identidad y, de manera especial, en su particular modo de cristalizar la generatividad.
De igual modo podemos concluir que, al tiempo que descubrimos coherencia normativa en algunos aspectos, la no normatividad es un elemento que atraviesa la vida de Perls. En este sentido es especialmente llamativa su particular transición a la vejez.
Fritz Perls se definió, en varias ocasiones, como un gitano. Este peregrinar permanente, ya iniciado en su adolescencia, va impregnando su vida. Como nos relata Annie Chevreux, “en aquellas fechas, Fritz, Laura y su hija habían huido a Holanda. A pesar de las condiciones de vida tremendamente precarias que les esperaban allí, ya estaban a salvo del terror. Comenzaba para Fritz un largo recorrido por el mundo, así como su propia peregrinación interior. Como bagaje llevaba su legado europeo comprometido política, intelectual y artísticamente, y una especial sensibilidad por todo lo que sonara a estrechez dogmática y falta de libertad” (p. 12).
Mariano Cruz Zamora
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