Normalmente se entiende la psicosis como una enfermedad genética sin posibilidad de cura que condena a la persona que la padece a vivir fuera de la sociedad toda su vida.
Nosotros tenemos una visión diferente del enfermo psicótico, entendemos que la psicosis tiene una base genética y por ello necesitará la ayuda de una medicación farmacológica, pero y sobre todo, es una persona enferma que puede remediar su mal aprendiendo a reconocer los síntomas y a manejarlos.
Ayudado de la psicoterapia este individuo puede convivir con la psicosis sin por ello renunciar a estar integrado en la sociedad, a desempeñar un trabajo y pudiendo establecer vínculos afectivos, amigos, pareja, etc.
En resumen, un psicótico que realiza un tratamiento psicoterapéutico puede aspirar a tener una vida normalizada. Además si el diagnóstico es de psicosis no esquizofrénica la persona podría llegar a sanar su enfermedad.