Hace ya mucho tiempo que empezó a interesarme la psicología infantil (quizá por intentar entenderme) y cuando daba clases de teatro a niños me sorprendía cómo en los dibujos e historias que representaban, expresaban su sentir y dinámica familiar. Las mamás me hacían preguntas sobre sus hijos para las cuales no tenía respuesta, cuestiones que yo pensaba que un psicólogo sí sabría responder.
He encontrado contestación a muchas de aquellas cuestiones, pero las nuevas familias (reconstituidas, monoparentales, homoparentales,…) y las nuevas formas de reproducción, vuelven a plantear preguntas para las que aún no tenemos historia que avale explicaciones.
En un momento social en el que los avances técnicos y científicos dan pasos de gigante, y la atención a la infancia ha mejorado mucho en pocos años, estudios recientes revelan un incremento de los Trastornos Mentales Severos en la infancia.
¿Qué nos está pasando?
Hemos cambiado a un ideal narcisista (mito de una humanidad sin prohibiciones) donde nos han hecho creer que todo lo que quiero lo puedo tener ya, incluso un hijo, y donde el yo y la individualidad priman sobre todo lo demás, aunque, lo propio y el desarrollo personal son conquistas sanas.
¿Qué hacemos con los niños de hoy? ¿Qué hacemos con nuestra sociedad? ¿Qué hijos y sociedad estamos construyendo? El bebé no puede desarrollarse sin su entorno cuidador: familiar, profesional y social, por lo que ambas cuestiones van unidas. Quizá debamos organizar nuestros tiempos para no influir en los tiempos del niño. Quizá debamos soltar lo inservible del pasado familiar y cultural sin desechar lo útil que a lo largo de este hemos aprendido, aprovechando el conocimiento y desarrollos actuales.
El niño desde su vida intrauterina, tiene necesidades distintas, básicas y vitales, pero no podemos encasillar y buscar respuestas comunes, porque cada familia, cada niño son diferentes y hay que mirar cada situación, cada individualidad, y a ser posible en equipo formado por sus entornos cuidadores.
Desde mi lugar y mi propia responsabilidad personal y social sigo apostando por crear “espacios para padres” donde poder aprender lo que es vital para el buen desarrollo físico y la inteligencia emocional de sus hijos sin perder el bienestar propio, percibir y poder darles lo que necesitan que no siempre es lo que nos piden, tener un lugar donde compartir experiencias y ayudarnos, volcar angustias, reflexionar, y encontrar respuestas a las propias preguntas.